viernes, 3 de agosto de 2012

A un segundo de rendirme, te encontré.


“Te quiero tanto”- le dije. “No te impresiones si algún día te digo que te amo”, me susurró al oído.
No entiendo como pasó, pero pasó.
Y aquí estoy, enamorada, queriéndote junto a mí a cada instante.
Te abrazo y es como si quisiera que nuestros cuerpos se mezclaran y nos hiciéramos una sola persona. Me tomas la mano y me quedo tranquila al ver como tu mano y la mía encajan perfectamente.
Sólo quiero estar contigo, estar contigo mientras la vida me permita estarlo. Me haces tanto bien…
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario